Una carta de amor para Dreamfields México
El fin de semana fue único. Muchos soñamos durante meses con que llegara el día en que el fénix tocara tierras tapatías, soñamos con un evento que nos dejara boquiabiertos en cuanto a producción, line up y sonido. Dreamfields México fue el evento que ante cualquier pronóstico, logró demostrar que las cosas se pueden hacer bien desde la primera edición y así dejar a poco más de 30,000 asistentes satisfechos y sobretodo, a los harders nos cumplió un sueño que llevábamos gritando desde hace tiempo, un festival que fuera “céntrico” en el país para unirnos a todos y así bailar dos días seguidos a más de 150 BPM.
Sonará muy cursi y tal vez digan, ¿por qué le haces una carta a un festival? porque superó mis expectativas tanto laborales como de público.
Me demostró que no se necesitan barreras para bailar y disfrutar todos juntos, que los artistas y los asistentes pueden disfrutar a la par sin necesidad de estar tras bambalinas. Que sin importar las condiciones climáticas, todos bailaron, disfrutaron e hicieron de cada día un momento único e inigualable. Pero más que nada, que el hard dance está agarrando mucha más fuerza y que los DJs del mainstage se atreven a tocarlo set tras set. Dreamfields me enseñó tantas cosas que no había visto en otros festivales. Fue único y me es imposible compararlo con otro porque simplemente las condiciones son diferentes.
Espero de todo corazón que se mantenga, mejore y siga creciendo para así, algún día traernos esos eventos que tanto están en boca de todos sin confirmación oficial (The Sound of Q Dance y Defqon.1) pero que están en platicas.
No dejemos de soñar, sigamos haciendo ruido, sigamos ayudando, aportando para que la escena crezca y se siga consolidando más para así, llegar a tener muchos más festivales de alto calibre.
Amigos, sigan soñando y nos vemos en 2019.